Origen de la idea:
El nudo como unión, lazo o vínculo. El recorrido como espacio a través del que se mueven o trasladan las personas que lo habitan. El infinito como aquello que no puede tener fin. Y, todo ello, como representación de la permanencia. En un recorrido infinito, no hay principio ni final… todo está en equilibrio.

Descripción:
El diseño del trofeo refleja un nudo infinito tridimensional compuesto por 10 aristas diferentes entre sí que, al entrelazarse, van atrapando el espacio que rodean. Cada una de esas aristas representa un año en esta primera década de la obra premiada. y simboliza el camino que recorre una obra arquitectónica desde su puesta en uso no siempre es constante con el paso del tiempo y ha de sortear distintos tipos de etapas, de diferente duración. La pieza representa que ni el paso del tiempo ni los diferentes escenarios que se presenten a lo largo del recorrido tienen porqué alejarnos de un buen punto de partida.

Cliente: COAA | Colegio Oficial de Arquitectos de Asurias | 2017